¿CÓMO ACTUAR?
Una niña de seis añosllevó a la escuela un arma cargada escondida por su padre en su mochila.
¿Qué hacer concretamente frente a
esto?
Las
respuestas detalladas están enunciadas en la Guía Federal de orientacionespara intervenir en situaciones complejas relacionadas con la vida escolar del año 2014.
Allí
se especifica qué hacer frente a la sospecha
o presencia de armas en las escuelas, qué conducta seguir cuando se sospecha
que una alumna o un alumno tiene
un arma de fuego en la escuela o cuando un estudiante muestra el arma de
fuego a un docente; cuando se detecta la presencia de armas blancas u
otros elementos que puedan transformarse en armas blancas.
Más
allá de las características puntuales del caso, y sabiendo que la presencia de armas en la
escuela se trata de un hecho poco
frecuente, nos preocupa aquí resaltar la
necesidad de una intervención pedagógica.
La escuela siempre debe trabajar las situaciones desde una perspectiva del cuidado de niñas, niños y adolescentes. Para nuestros marcos legales en temas de derechos, un niño, una niña o adolescente que porta un arma está en una situación de vulnerabilidad de sus derechos, esto implica un riesgo para él o ella y los demás; por lo tanto, es imprescindible la intervención adulta.
Intervenir, es venir entre, interponerse. Es sinónimo
de mediación, de intersección, de ayuda, de apoyo, de cooperación.
La intervención pedagógica: Propone “mirar” los problemas desde el prisma
educativo y los modos de
intervención deben mantener propósitos principalmente educativos y no
punitivos, jurídicos o patologizantes.
Construir estrategias desde la intervención institucional propia de la escuela
significa priorizar la intervención pedagógica en un sentido amplio, enmarcada
en estrategias de inclusión y enunciadas
desde el discurso pedagógico, sin centrarnos en intervenciones
jurídicas, del ámbito de la salud, o de otros ámbitos. En caso de estar frente
a la presunción de la comisión de un delito será la justicia la encargada de
afirmarlo.