ETICA DOCENTE

sábado, 6 de junio de 2015

¿A QUÉ LLAMAMOS VIOLENCIA DE GÉNERO?



¿QUÉ ES EL GÉNERO? 
¿SEXO Y GÉNERO SON LOS MISMO?

Género se diferencia de sexo. Mientras los atributos biológicos se vinculan con el sexo de las personas, las características culturales refieren al género. De este modo existen conductas consideradas apropiadas a cada sexo en una sociedad y un momento determinados. Conductas y atributos a los que la sociedad les asigna valores y jerarquías distintas. Esta diferencia de roles y posiciones no está dictada por la naturaleza, la biología o la genética, sino que es el producto de construcciones sociales. Estas construcciones refuerzan, consolidan y naturalizan los privilegios de unos grupos humanos sobre otros, de un género sobre otro. El concepto de género sirve para analizar las relaciones construidas entre mujeres y varones en una comunidad.

El proceso de socialización que produce las relaciones desiguales de género se multiplica en las más diversas prácticas y en las costumbres, en los ámbitos públicos y en los privados y familiares. De todos modos, las relaciones de género siempre refieren a construcciones sociales que varían de unas sociedades a otras y de unos tiempos a otros. Construcciones históricas, y por lo tanto, modificables.
Graciela Morgade Niñas y niños en la escuela: cuerpos sexuados, derechos humanos y relaciones de género de. Descargar versión PDF



¿A QUÉ LLAMAMOS VIOLENCIA DE GÉNERO?

Muchas veces se habla de la violencia de género  cuando ya hay un daño importante. En el último tiempo se conocieron casos de mujeres quemadas o asesinadas por sus parejas. Cuando se llega a esta instancia, se habla públicamente del tema y muchas veces hay sorpresa e indignación… ¿Pero cuáles son las causas de la violencia de género? La violencia de género es producto de la jerarquía entre los sexos, del machismo, de la permanencia de los estereotipos y de la naturalización de las desigualdades. De un modo esquemático podríamos decir que en una sociedad patriarcal, mujeres, niños y niñas son “posesiones” del padre-patrón; esto naturaliza que las diferencias -en roles y derechos- de mujeres y varones, se conviertan en desigualdades jerárquicas, por lo tanto de poder. Por ello, en un planteo como este se espera de las mujeres obediencia y sumisión, se destaca que el varón tiene derecho sobre ellas, y por lo tanto, puede disciplinarlas y castigarlas.
Sin llegar a estos casos (más habituales de los que uno cree), hay muchas mujeres que sufren por parte de sus parejas violencia de diverso tipo: física, emocional, económica, sexual y simbólica. Las mujeres que la padecen sufren vergüenza, creen que ellas hicieron algo mal, van perdiendo paulatinamente su autoestima. Cuando se producen estas situaciones como las formas de violencia más “sutiles”, como el desprecio verbal o la desvalorización, se las toma como algo natural, entonces queda invisibilizado el hecho violento. Las mujeres que atraviesan estas situaciones muchas veces también las naturalizan, entonces, no hablan, no piden ayuda, no saben que a muchas les pasa lo mismo. En definitiva, no saben qué hacer.

Extraído de Eje. RECONOCER LA PERSPECTIVA DE GÉNERO. Material producido por el Programa de Educación Sexual Integral





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