ETICA DOCENTE

viernes, 9 de septiembre de 2016

DÍA DEL MAESTRO



Guelva Sinior Maistro[1]

Cuando llegó a la precordillera sanjuanina, como ingeniero en Minas, Francisco Wilgfredo Ramos no sospechó que su vocación iba a trastocarse. En un paraje aislado donde desarrollaba su actividad- entre las sierras Pie de Palo y De la Huerta- este doctor en Geología se topó con el ruego de un poblador. Allí escuchó al hombre apellidado Leyes que -dueño del mejor pozo de agua de la zona, alrededor del cual vivían unas 100 personas, en un radio de 15 kilómetros- decía:”Sólo le pido a dios que no me lleve de este mundo sin antes ver a mis hijos leer y escribir.”(...)
Ramos sintió que ese pedido formulado a Dios tenía un destinatario. Fue entonces que inició los trámites para que el ministerio de Educación habilitara una escuela en el lugar, pero se sorprendió con la respuesta que le dieron las autoridades. La resolución para crear la escuela estaba aprobada, sólo que nadie se había presentado a la convocatoria para cubrir el cargo.
Corría el año 69 y en una habitación de adobe en la casa del poblador Leyes, Ramos instaló su catre. Decidió quedarse un tiempo para poner en marcha el proyecto.(...)
Ramos a la hora de los balances dice que es una persona feliz porque hace lo que le gusta y rememora el momento en que quiso irse del lugar porque sintió que había fracasado. Fue después del primer semestre de clases donde sólo había conseguido que un alumno aprendiera a leer y escribir.
“Me fui a mi pueblo natal Hinojo, en la provincia de Buenos Aires- dice-, pensando en mi fracaso como educador, hasta que recibí una carta del único alumno que podía escribir en donde me pedía que fuera su padrino de bautismo: ¡Guelva sinior maistro! ”, garabateó. Y así fue. Volví.”




El con-texto, espacio histórico- social y vital,  tiñe los hilos argumentales de nuestros testimonios y en  todas las narraciones aparece  desafiante y controversial   la dimensión política de nuestra tarea y la responsabilidad social que nos cabe en tanto trabajadores de la educación.






[1] Extracto de la nota que con el mismo nombre apareció en la Revista Educar en Córdoba. Año 2, N° 2, septiembre 2002.Ediciones La Tiza. Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba. Pgs. 26-27.


No hay comentarios:

Publicar un comentario